En los distintos servicios de los organismos públicos, también nos vemos enfrentados a situaciones complejas en cuanto al manejo de crisis. Cuando hablamos de crisis, estas pueden ser situaciones límite de una persona, contención de la familia o acompañante, o bien, manejo de las emociones personales que generan situaciones altamente estresantes en un contexto de salud. .

En general, no existe formación que desarrollen competencias psicosociales. Cada vez es mayor la demanda de atención de salud mental en servicios generales de salud, ya sea para el cuidado, contención, manejo de pacientes y sus acompañantes; como para los profesionales de la salud que se ven expuestos a situaciones altamente complicadas que les puede ocasionar burnout.

El trabajo en situaciones que exigen alto rendimiento, compromiso emocional y personal, suele también acompañarse de un alto desgaste profesional que frecuentemente, debido a carencias en la formación de autocuidado, estos profesionales se quedan contaminados con las dificultades y exigencias de su función. No es extraño que el ámbito personal y emocional se contamine con las temáticas laborales, dificultando el desenganche y el descanso que se requiere para no caer en estrés o burnout (“estar fundido”) se encuentren resolviendo o lidiando los problemas.